a

Alarmas en Defensa: casi 19.000 bajas militares en un año y medio

Un informe elevado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a la Cámara de Diputados encendió las alarmas sobre la situación de las Fuerzas Armadas: entre el 10 de diciembre de 2023 y mediados de 2025 pidieron la baja 18.659 efectivos militares. El dato surge del Informe de Gestión N.º 144, presentado el 27 de agosto de 2025, y confirma que el Ejército concentra la mayor sangría con 14.614 bajas, seguido por la Fuerza Aérea con 2.971 y la Armada con 1.074. El detalle por jerarquía muestra que se retiraron 840 oficiales, 2.398 suboficiales y 15.421 soldados voluntarios, un número que refleja el impacto en los escalones más bajos de la pirámide.

La magnitud del fenómeno preocupa a las autoridades militares, que advierten que los egresos de los institutos de formación no alcanzan a compensar las bajas y que hoy la fuerza total ronda los 83.000 efectivos. Las causas señaladas por oficiales y especialistas apuntan al retraso salarial, a la falta de estímulos profesionales y a las oportunidades laborales más tentadoras fuera de los cuarteles, especialmente en las fuerzas de seguridad provinciales y municipales. A ello se suma el deterioro de la obra social IOSFA, cuya deuda estimada en 210.000 millones de pesos afecta directamente a la tropa y sus familias.

Los sueldos son otro factor clave: un capitán o teniente de navío percibe alrededor de 1,1 millones de pesos, un teniente primero o teniente de fragata 987.000 y un teniente cerca de 890.000, mientras que entre los suboficiales un sargento o cabo principal cobra unos 853.000. En comparación, muchos de esos perfiles técnicos, en especial en áreas como enfermería, encuentran en el sector civil salarios que duplican los montos militares.

Dentro de las fuerzas las miradas están divididas. Para algunos mandos se trata de un “fenómeno alarmante y preocupante” que pone en riesgo la operatividad, mientras que otras voces relativizan el impacto y señalan que en el caso de los soldados voluntarios –con contratos de entre dos y cuatro años y límite de edad en 28– existe de por sí un recambio estructural que explica parte de las salidas. Sin embargo, aun con esas consideraciones, la combinación de bajos salarios, carencia de equipamiento y horizonte profesional incierto desincentiva la permanencia en la carrera militar.

El informe presentado por Francos deja en evidencia que la defensa atraviesa un momento crítico. Con casi 19.000 uniformados menos en apenas un año y medio, el futuro de las Fuerzas Armadas se instala como un tema de agenda ineludible para el Gobierno y el Congreso, en un contexto de tensiones presupuestarias y creciente debate sobre el rol que debe cumplir la institución militar en la Argentina del presente.

Share With:
Rate This Article
No Comments

Leave A Comment