Río Senguer: un aumento que no llega al bolsillo
Una fuerte polémica en torno al incremento salarial. El 12% aprobado se diluye en descuentos y los municipales siguen lejos de la canasta básica
La decisión del intendente Miguel Mongilardi y del Concejo Deliberante de Río Senguer de aprobar un aumento del 12% para el personal municipal generó una intensa controversia. Mientras el oficialismo sostiene que se trata de un esfuerzo en tiempos de emergencia económica y de una medida necesaria para regularizar ítems observados por el ISSyS, los trabajadores remarcan que el incremento se diluye en descuentos, no impacta en el bolsillo y los deja cobrando casi lo mismo que un jubilado con la mínima, muy lejos de la canasta básica patagónica que ronda $1.500.000.
Un debate que se trasladó a las redes sociales
El pasado 21 de agosto, el intendente Miguel Mongilardi junto a la secretaria de Hacienda Janet Soto participaron de la sesión ordinaria del Concejo Deliberante, donde se presentó y aprobó por unanimidad un aumento del 12% en los sueldos básicos de todo el personal municipal.
En redes sociales, la discusión no tardó en encenderse: desde el relato oficial se defendió la medida como un esfuerzo en tiempos de emergencia económica y como una corrección de ítems para cumplir con el ISSyS, mientras que del lado de los trabajadores surgieron voces críticas que la calificaron como un “chiste” por el escaso impacto real en los bolsillos.
Cómo queda hoy el salario municipal
Con la nueva ordenanza, los básicos se fijaron de la siguiente manera:
- Administrativos / Capataces / Recepción: $402.357
- Maquinistas / Choferes / Auxiliares: $373.314
- Peones de calle, maestranza y mantenimiento: $342.568
En el caso de la planta política, los valores pasan a ser:
- Intendente: $1.609.429
- Secretarios: $1.287.543
- Directores y tesorero: $1.126.600
- Coordinadores: $804.714
Pese a la actualización, el contraste es evidente: un trabajador municipal de base percibe casi lo mismo que un jubilado con la mínima y apenas una cuarta parte de la canasta básica patagónica, que ronda $1.500.000.
Un aumento para los descuentos
La ordenanza contempla la incorporación al sueldo básico de los adicionales “Zona Patagónica” y “No Remunerativo”, el adicional por presentismo del 3% y la modificación del carácter del ítem de responsabilidad funcional, que pasa a ser remunerativo.
En los hechos, esto significa que el 12% de incremento se diluye en retenciones y descuentos previsionales. No se trata de un aumento genuino para mejorar el poder adquisitivo, sino de una adecuación administrativa para que ISSyS perciba más aportes. Dicho en criollo: un aumento para los descuentos, no para el bolsillo del trabajador.
Canasta patagónica: una brecha insalvable
Con básicos que oscilan entre $342.000 y $402.000, los empleados municipales siguen percibiendo apenas una cuarta parte de la canasta básica patagónica, que ronda $1.500.000.
La comparación es clara: un trabajador en actividad cobra casi lo mismo que un jubilado con la mínima, que en agosto alcanzó los $285.600 más bono.
Unilateral y sin defensa gremial
Este escenario es posible porque los trabajadores municipales de Río Senguer no tienen sindicato que los represente ni paritarias libres. El aumento fue dispuesto unilateralmente por el Ejecutivo y el Concejo Deliberante, dos poderes que responden al mismo patrón: el Estado.
No se convocó a referentes de los trabajadores, no hubo negociación, ni se abrió el juego a una mesa salarial. La decisión se tomó de espaldas a la defensa de los empleados, que siguen siendo los más perjudicados.
El contraste en redes sociales
En Facebook, la secretaria de Hacienda Janet Soto defendió la medida:
“Lo mejor que puede pasarle al municipio es que no haya más ingresos a planta permanente. La sobrepoblación perjudicó a los sueldos. El pase de los adicionales al básico responde a observaciones del ISSyS y no modifica lo que perciben los empleados de bolsillo”.
Pero la respuesta no tardó en llegar de parte de los propios trabajadores. La empleada municipal Bárbara Benítez fue tajante:
“Y siguen riéndose en la cara nuestra… esos ‘básicos’ de las autoridades nos triplican, sin sumarles viáticos, dedicaciones funcionales, etc. ¡Un chiste nuevamente!”.
El esfuerzo y la realidad
Desde la gestión municipal se insiste en remarcar que “se hace un gran esfuerzo” para pagar los sueldos en medio de la emergencia económica y con ingresos provinciales en baja.
Sin embargo, en la vereda opuesta, los trabajadores subrayan que el verdadero esfuerzo es el que se realiza a diario en los hogares municipales para subsistir con haberes que no alcanzan a cubrir el costo de vida en la Patagonia.
En este marco, también aparecen cuestionamientos sobre la falta de creatividad en la búsqueda de recursos propios y la ausencia de una política tributaria seria y comprometida, lo que a ojos de muchos vecinos coloca a la política local más lejos de las soluciones reales que necesitan sus trabajadores.
Un maquillaje contable
Más allá de las explicaciones oficiales, el aumento aprobado no significará un cambio tangible en la vida de los municipales. Se trata de una readecuación contable, no de una recomposición salarial real.
La distancia con la realidad cotidiana queda expuesta en un dato lapidario: un trabajador municipal activo cobra casi lo mismo que un jubilado con la mínima y sigue cuatro veces por debajo del costo de vida en la Patagonia.