El esfuerzo silencioso que sostiene la limpieza del pueblo
Cada 2 de octubre se conmemora en todo el país el Día del Recolector de Residuos, una jornada destinada a reconocer la tarea esencial que realizan a diario los trabajadores encargados de mantener la higiene urbana y el cuidado del ambiente.
En Río Mayo, como en tantas localidades de la región, su labor resulta imprescindible para la comunidad. Día tras día, con frío, viento o calor, los recolectores recorren las calles garantizando un servicio que no solo mantiene limpio al pueblo, sino que también protege la salud pública y contribuye al bienestar general.
La fecha invita no solo a rendir homenaje, sino también a reflexionar sobre la importancia de valorar y respetar este trabajo, muchas veces invisibilizado. Además, refuerza la necesidad de que la comunidad acompañe con prácticas responsables, como el correcto uso de los contenedores, la disposición adecuada de los residuos y la separación en origen.
El Día del Recolector recuerda que detrás de cada bolsa retirada hay un esfuerzo humano constante, que sostiene la calidad de vida en los pueblos y ciudades. Reconocerlo es también un acto de justicia hacia quienes cumplen una labor silenciosa, pero vital para todos.