Río Mayo: sin festejos ni saludo oficial en el Día del Empleado Municipal y con un petitorio impulsado desde las bases
El 8 de noviembre se celebra en Argentina el Día del Empleado Municipal, una fecha que nació en 1959, cuando se constituyó la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de la República Argentina (COEMA).
Aquella jornada fundacional marcó el inicio de la organización nacional del sector, y desde entonces, cada año, los trabajadores municipales de todo el país recuerdan su día con distintas celebraciones, homenajes y reconocimientos.
Este 2025, la conmemoración cumple 66 años desde aquel origen.
A lo largo de más de seis décadas, la fecha se consolidó como un símbolo del trabajo cotidiano en los municipios, y en muchas localidades se la celebra con asuetos, encuentros o actos institucionales que reconocen la tarea de quienes sostienen los servicios públicos locales.
Sin embargo, en Río Mayo la jornada transcurrió de manera muy diferente.
Lejos del clima festivo que caracteriza esta fecha, el Día del Empleado Municipal pasó sin festejos, sin acto oficial y con un marcado silencio institucional.
La jornada, que en otros tiempos reunía a empleados y autoridades, se convirtió este año en una expresión visible de distancia, malestar y reclamo.
Este sábado 8 de noviembre, en Río Mayo no hubo actos, agasajos ni salutación oficial por parte del municipio.
A diferencia de años anteriores, no se realizó el tradicional encuentro entre el personal y las autoridades, y tampoco hubo mensajes públicos del Ejecutivo local en sus canales oficiales.
Solo se difundieron dos salutaciones externas: una del Club Río Mayo y otra de la Escuela N°36, que recordaron la fecha con publicaciones en redes sociales.
Desde el ámbito municipal, los únicos gestos de reconocimiento provinieron del área de Recursos Humanos, cuya encargada envió un mensaje interno a los empleados municipales, y de Radio Municipal Río Mayo, que compartió una salutación durante la mañana.
Ambas expresiones carecieron de carácter institucional y no fueron acompañadas por ninguna comunicación oficial del Ejecutivo.
La ausencia de la tradicional reunión que cada noviembre servía como punto de encuentro entre trabajadores y funcionarios marcó un contraste notorio con años anteriores y reflejó el distanciamiento actual entre el municipio y su personal.
En paralelo, un grupo de empleados municipales impulsó la firma de un petitorio en la Plaza San Martín, solicitando al intendente Gustavo Loyaute el pago de un bono navideño de 300.000 pesos.
Según explicaron los impulsores, el pedido busca compensar el deterioro del poder adquisitivo frente a los incrementos sostenidos del costo de vida.
El documento comenzó a circular el jueves previo y fue promovido de manera autónoma por los propios trabajadores, sin intervención directa del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Río Mayo (SOEMRM).
La iniciativa fue considerada por distintos sectores como una expresión espontánea de las bases frente a la falta de respuestas formales.
Los fundamentos del petitorio se basan en datos económicos concretos.
La canasta básica total en Río Mayo ronda actualmente los 1.500.000 pesos mensuales, cifra muy cercana a la de Comodoro Rivadavia, mientras que los salarios municipales cubren solo una fracción de ese monto.
A esto se suman los descuentos por obra social, aportes y retenciones, que se incrementaron en proporción y terminan reduciendo el salario neto.
“El sueldo de bolsillo no llega a cubrir las necesidades básicas”, señalan los firmantes.
Desde el municipio se argumenta que la baja en la coparticipación provincial y nacional condiciona las finanzas locales, aunque los empleados remarcan otro problema estructural: el crecimiento del empleo becado y las contrataciones temporales.
Buena parte del funcionamiento de la administración depende hoy de trabajadores con becas o contratos de corta duración, lo que genera desigualdades internas y precariza el trabajo municipal.
En el plano gremial, el SOEMRM atraviesa una etapa de cierre de ciclo.
Su secretario general, Néstor “Tito” Biss, convocó a Asamblea General para el jueves 20 de noviembre a las 19 horas en la sede del sindicato, con el fin de presentar la memoria, el balance y conformar la junta electoral que organizará la renovación de autoridades.
Biss, que lleva más de una década al frente del gremio y logró avances como la sede propia del SOEMRM, enfrenta actualmente un escenario marcado por el desgaste institucional y la baja participación.
Fuentes gremiales reconocen que “se concentra demasiada responsabilidad sobre una sola persona” y que el desinterés de algunos afiliados, sumado a críticas constantes, terminó afectando el funcionamiento interno.
El surgimiento del petitorio por fuera del sindicato fue interpretado como un síntoma de esa distancia entre la conducción y los trabajadores.
La próxima asamblea será el primer encuentro formal con los afiliados tras varios meses de inactividad sindical.
Distintas fuentes políticas y gremiales coinciden en que este panorama refleja un proceso más amplio.
La conducción —ya sea política o sindical— implica una dedicación constante que, con el tiempo, desgasta y aísla a quienes lideran.
La falta de acompañamiento, las críticas sin filtro y la escasa participación de las bases generan un entorno donde las decisiones se concentran y los espacios de diálogo se reducen.
En ese marco, los dirigentes tienden a cerrarse en pequeños círculos de confianza, lo que los distancia de la realidad cotidiana de los trabajadores.
Esa desconexión, explican observadores locales, ayuda a entender la aparición de reclamos autónomos como el del bono navideño: manifestaciones que surgen de una necesidad genuina, sin estructura política ni respaldo formal, pero con un fuerte sentido de autogestión y pertenencia.
El Día del Empleado Municipal, que a nivel nacional cumplió 66 años de historia, se vivió en Río Mayo sin festejos, sin reunión y sin saludo oficial.
Los únicos gestos de reconocimiento provinieron de áreas internas y de instituciones locales.
La fecha, que históricamente servía para celebrar y agradecer la tarea del personal, terminó reflejando una distancia creciente entre el municipio, el sindicato y los trabajadores.
El petitorio por el bono de fin de año continuará circulando en los próximos días y, según adelantaron sus impulsores, será presentado formalmente al Ejecutivo.
