La renuncia de Espert podría costar $15.000 millones
La renuncia de José Luis Espert a su candidatura por la provincia de Buenos Aires no solo desató un cimbronazo político, sino que podría convertirse en un gasto millonario para el Estado. Según estimaciones del Centro Argentino de Datos, la eventual reimpresión de las boletas únicas representaría un costo superior a los $15.000 millones.
El motivo es que el sistema de Boleta Única de Papel (BUP) obliga, ante cualquier modificación en las listas, a reimprimir la totalidad de las boletas distribuidas en el padrón. Esto significa volver a producir, embalar y redistribuir millones de ejemplares en los 135 distritos bonaerenses, a menos de tres semanas de los comicios.
Un gasto equivalente a 37.845 jubilaciones mínimas
La cifra estimada equivale a 37.845 jubilaciones mínimas, de acuerdo con los valores actuales de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
En otras palabras, el dinero que podría destinarse a más de 30.000 adultos mayores durante un mes, se consumiría en un proceso técnico derivado de una decisión política.
La elección más costosa de la historia
Diversas fuentes oficiales y técnicas advierten que, de concretarse la reimpresión total, estaríamos ante la elección más cara de la historia argentina.
La logística electoral ya había comprometido gran parte del presupuesto nacional para impresión, distribución, capacitación y fiscalización, pero una reimpresión a esta altura elevaría los costos a niveles inéditos.
Desde la oposición reclaman que el gasto no recaiga sobre el Estado, sino sobre el espacio político que promovió y luego retiró la candidatura. Sin embargo, por ahora la Justicia Electoral no definió si corresponde imprimir nuevamente las boletas o mantener el diseño original, con el nombre y la imagen de Espert.
Mientras tanto, el costo potencial ya encendió las alarmas en un país que atraviesa un severo ajuste fiscal. Una renuncia de último momento podría dejar una factura impresa —literalmente— de $15.000 millones.